24.9.07

Peregrinas empresas

El mayor proyecto de Oblitas, siniestro personaje de la novela Felipe Delgado, de Jaime Saenz, es montar una fábrica de fuegos artificiales en el Altiplano. Me acordé de él a raíz de ciertos proyectos de vida que pocas veces se escuchan, pero que nacieron de gente muy cercana a mí.
Me voy a referir a este viejo contertulio bajo el nombre de Augusto. Augusto volvió un día de los Estados Unidos con título de economista bajo el brazo derecho; bajo el izquierdo traía la firme intención de empezar los cursos pre-facultativos de arquitectura en la UMSA, convencido de lograr la excelencia que le permitiese especializarse en el extranjero. ¿En qué se especializaría? Ni más ni menos que en diseño y construcción de estadios donde vayan a jugarse exclusivamente partidos de la Liga de Campeones. ¿Ningún partido de otra naturaleza?, le preguntamos a este fanático del balompié y se negó a responder. Para demostrar la seriedad de su empresa, recreó en homenaje ciertos ojitos “celestes como el Bolivar” uno de los estadios que ya contaban con estructura en su cabeza, lo recreo ensamblando viejas piezas de rasti que guardaba celosamente como recuerdo de su infancia. Lastimosamente, el homenaje futbolero no fue recibido de la mejor gana allá en Norteamérica. Dadas las circunstancias, los amigos de Augusto vimos por conveniente guardar un respetuoso silencio; lo único que esperamos, por el momento, es que apruebe los pre-facultativos de la UMSA.
Está el segundo confidente de raros planes, con cierta destreza para la conversación y un amor por las letras que dice cultivar escribiendo a diario. No es que le vaya de maravilla, pero tampoco le va mal con lo suyo. Ostenta un título de psicólogo y otro de especialista que exhibe en su consulta privada, y se ve que disfruta de la conversación terapéutica, sin embargo durante mucho tiempo, gracias a la magia de lo ilusorio, su imaginación tomó vuelo mediante las alas de una abeja. Así es, deseaba dedicarse a la apicultura sin saber siquiera que ese arte al que se sentía llamado, llevaba aquel nombre: apicultura. Todo nació en un viaje a los Yungas, donde las casualidades lo llevaron a compartir mesa con un ingeniero agrónomo especializado en abejas. Tal cátedra recibió nuestro amigo sobre las bondades de la miel y la jalea, sobre la cera y el tratamiento con picaduras, que volvió decidido a comprar un cajón de abejas domésticas para comenzar de una vez el millonario proyecto. Contaba el plan a propios y extraños con inusitado entusiasmo. Algunos allegados no censuraban la posibilidad de la empresa, que sí la idea suya de esperar echado en una hamaca que las abejas hiciesen lo suyo, mientras él elucubraba argumentos para historias que se dedicaría a escribir a tiempo completo. Las piadosas abejas llenarían su colmena de miel a la par que los bolsillos rotos del propietario. Estos animalillos de paso le darían la posibilidad de vivir en el campo, rodeado de todo tipo de árboles y plantas exóticas. No faltó el entrañable amigo aconsejando: “por qué no mejor vendes tu semen”, ni el entusiasta compañero que le regalara el libro “La vida de las abejas”, del célebre Mauricio Maeterlink, dedicándolo así: “con alta estima, para aquel que nada sabe de abejas”. Llegó el proyecto a oídos de un mecenas que, dispuesto a invertir, le pidió su teléfono y prometió llamarlo al día siguiente. Pero luego de compartir un par de cervezas con el visionario “señor de las abejas”, no volvió a dar señales de vida. Cosa rara, el entusiasta apicultor en potencia también fue olvidándose del proyecto, hace tiempo dejó de hacer el mínimo comentario al respecto. Quizá ahora sintoniza en asuntos más acordes a la velocidad del mundo, o tal vez ya cuenta con un par de colmenas, y aprende el arte de las abejas en silente vigilia. Al final de cuentas todo proyecto es realizable en esta vida, el poder de la voluntad es infinito, ¿o qué dicen?

11.9.07

Un gran paso bloguiviano

El anterior sábado, cuando un día después del día del blog comenzaba septiembre, se celebró en Santa Cruz el primer encuentro “bloguiviano”, bajo el lema: de lo virtual a lo real. Si bien la cantidad de asistentes no fue la esperada por Sebastián Molina y su equipo, la calidad de la reunión satisfizo las expectativas de los más de cien jóvenes que allí nos reunimos.
Lo más valioso que el encuentro bloguiviano nos deja es lo suficientemente simple como para mantenerse a través del tiempo: la relación entre los blogueros que se comentaban, tanto como la de aquellos que ni siquiera se habían leído de pasada, se ha establecido, cuando no se ha afianzado. Tal como demuestran los primeros posts y comentarios de después del encuentro, esto redundará en la espontánea recreación de una red nacional de blogueros leyendo, escuchando, compartiendo, viendo lo que el otro tiene para comunicar, a la vez que comunica. Y esto es precisamente lo que los blogueros tenemos en común: algo para decir a través de un medio alternativo. Somos jóvenes curiosos abriendo brecha en las posibilidades que las telecomunicaciones nos ofrecen.
Aún para gran parte de la porción mínima de bolivianos que tiene acceso a internet, el blog es algo desconocido en sus posibilidades o completamente ignorado. “¿Encuentro bloguero?, son macanas, estas yendo a repetir las farras que te mandas aquí con tus amigos blogueros, vas a gastar plata en el pasaje nomás, mejor andá para la feria”, así me respondió alguien cuando le dije el motivo de mi viaja a Santa Cruz. Un amigo bloguero, temiendo que se rieran en su cara, dijo a lo suyos que se estaba ausentando por motivos de trabajo. “Ja, ja, ja, sí, y yo voy a viajar a Paris, a un encuentro de Facebook”, me respondió otro amigo cuando le hable del encuentro. “Las cosas que te inventas para viajar”, retrucó mi madre al no saber de qué cuernos se trataba el asunto al que estaba yendo.
“Blogs: Democracia Radical” decían las postales del encuentro. Cualquiera puede abrirse un blog y los límites del blog dependen de los límites de la mente del autor. El espacio es basto: imágenes, videos, canciones. Alguien dijo muy acertadamente que los comentarios son la sangre del bloguero, y en los blogs comenta quien así lo desee, ampliando el espectro que ofrece my space por ejemplo, cuyo acceso está limitado a quienes tienen una cuenta en su servicio.
Los alcances son impensables para el propio autor, sorprendido leí la entrevista que BBC le hizo a uno de los pocos blogueros cubanos, mostrando Cuba desde la mirada de un transeúnte cualquiera. Alguien que testimoniaba desde Irak se hizo millonario con su bitácora, y es alarmante enterarse de que los soldados estadounidenses que padecen la guerra tienen prohibido por el estado abrirse un blog. Nuestro amigo Marco Montellano tuvo que dejar su trabajo como colaborador de un periódico porque cierta publicación de su blog había disgustado al prefecto de su ciudad.
Cuando Ronaldo Vaca-Pereira vino a tocar a La Paz, había entre el público gente que lo escuchó a través de su blog y ahora estaba ahí. Muchos aprendices de la palabra soltamos la mano escribiendo blogs, buscamos estilo propio y podemos recibir comentarios de aprobación o repudio casi al instante. Hallamos en este medio una nueva formación, o la posibilidad de lanzarnos paso a paso a la temida publicación en papel.
Nuestra sociedad conservadora ve, sin poder reaccionar, las porosidades de su muralla. El cause natural de la homosexualidad y bisexualidad filtra sus ácidas gotas en los lugares donde todavía no ha resquebrajado el muro. A través de su bitácora alguien abre la puerta del closet del que saldrá el rato menos pensado.
La multiplicidad de voces que se pueden amplificar a través del blog es incalculable, y a eso apuntan proyectos como Voces Bolivianas de Mario Durán, y la alfabetización tecnológica a cargo del CEPAD en Santa Cruz. Como dijo Mario, los bolivianos tenemos la posibilidad y el deber de demostrar que somos más que nuestros políticos, que los alteños no viven bajo el principio: bloqueo luego existo.
Ahora está la otra cara de la moneda, es muy fácil abrirse un blog, y el riesgo de la irresponsabilidad es inevitable. “Hay que ser responsables”, marcó en la mesa de periodismo Roberto Dotti, cuando Rodrigo Serrate dio a entender que en el ciberespacio de blog todo vale.
Estamos siendo parte de lo que Toffler vaticinó en su Tercera Ola, la cultura de masas da espacio a lo individual, con su particularidad. Todavía tenemos mucho de la era industrial, pero las posibilidades cibernéticas cada vez son mayores y van ganándole espacio a lo masivo. Los grandes templos se desgastan, las catedrales cada vez se parecen más a un museo que a un lugar de culto y, los blogueros, siendo cada cual un granito de arena, aportamos a ello.
En la página del encuentro hay más de cincuenta posts sobre el encuentro. El reto es fortalecer la red nacional que se ha creado con romántica esperanza en la bolivianidad a través de la bloguivianidad. La mayor conclusión del encuentro es que todos somos bolivianos más allá de las diferencias. ¿Qué es la bolivianidad? “Para los cambas autonomía, para los sucrenses capitalía plena y, para nosotros, los paceños, statu quo”, opina un amigo mío. Propongo una discusión abierta y honesta sobre estos temas que no se tocaron en la mesa de política del encuentro. El ciberespacio permite un debate de ciudadanos, que vaya más allá de los intereses de los políticos que están haciendo mierda nuestro país a nombre de la defensa de la bolivianidad.

9.9.07

Lectura en el Etnocafé

Ocurrente antes que rabioso, pero perro al fin, el Oscar Martínez estará leyendo sus cuentos este lunes 10 en el Etno, a eso de las 8:30 p.m; para que no se sienta como chapi kala, y luego ande diciendo por ahí que me he hecho el Oso, le voy a acompañar con algunas poesías y relatos. Esperamos su asistencia y concurso en este encuentro de animales.
Ahora les dejo con un poemita que espero leer sin prisa y con pausa, venciendo de la nerviosidad del momento.

El humo

El humo tiene un toque
entre blanco y azul.
Hace espirales
y a veces un trazo largo.

El humo se aleja
con sólo un respiro.
Puede ser las almas,
si quieres: fantasmas.

El humo indispone,
hipnotiza, asusta.

Algo se refleja,
algo se revela.
Algo se calla
cada vez que se habla.

Y quien fuera el humo:
elevándose como si nada,
como si nada
las cenizas le costaran.

6.9.07

Un sueño dentro de otro sueño,
y este sueño en el que escribo.
¿Cuándo despertaré a la verdad?

4.9.07

Del Encuentro Blogiviano.

L@s bloguer@s de Bolivia reunid@s en Santa Cruz nos declaramos BOLIVIAN@S por encima de cualquier otra etiqueta, comprometid@s con la PAZ y la FRATERNIDAD y determinad@s a hacer todo nuestro esfuerzo en pro de la ansiada CONCORDIA nacional."


Muchas cosas para decir. Primero ¡Gracias! De lo virtual a lo real el perro rabioso y yo, además de Ceci Sakura, fuimos a dar al hogar de la mismísima Capsula del Tiempo, donde, si bien todo pasa, todo también queda; a nosotros nos queda su cariño, hospitlidad y esa increible capacidad que Vania tiene de hacer mil cosas, y hacerlas bien.
La inolvidable y poderosa vos del Poeta Enmascarado, Marco Montellano. El chapaco es capaz de cantar cuatro horas sin repetir canción e interpreta las canciones de Sabina que uno menos esperaría, además de cuecas, morenadas nadas y estilos todos. Como bien dijo esta confraternización de bolivianos se sucede a diario, en muchos lugares, pero nosotros tenemos la posiblidad de difunfirla por el blog.
Sebas y equipo: gracias una vez más por propiciar esta reunión, las posbilidades del blog se han ampliado en mi cabeza y sigo rumiando la información.
El perro rabioso que temía un buen puñete de lo virtual a lo real, se llevó los aplausos y las risas de todos, yo aplaudo que en todas las veces que muerde no se olvida de firmar. Así vale la pena, pueees.
Bueno, hay más para decir, ¡que el entusiasmo continúe y crezca a través del blog!