28.9.08

Gringo is at home

-Dr, llaman de la embajada, preguntan si se va a ir del país, el avión a Estados Unidos parte mañana.
-Cómo?
-Sí, todos se estan yendo con sus familias.
-Ja, ja, ja. Imposible, el fin de semana voy a ir a escalar el Sajama. Digales que yo me quedo. Llevo seis años aquí, mis hijos están acostumbrados. No me voy a ir.

4.9.08

¿Una secta más?

Hace algunos meses Andrés encontró el siguiente anuncio en el periódico: se necesitan diseñadores gráficos y arquitectos con urgencia, y daban los teléfonos para hacer citas. Llama y le dan una cita a las cinco de la tarde de un día de semana. Está por llegar al edificio donde lo habían citado... alguna vez había entrado allí, no recuerda para qué. En la puerta se encuentra con un ex catedrático, una compañera de universidad, un par de colegas y otros cinco que, sin duda, son del rubro. No puede ser que les hayan dado la misma hora que a mí, piensa. Los otros también se ven algo confundidos, y en un acuerdo exento de palabras comienzan a dirigirse al lugar señalado. El que va adelante toca el timbre del departamento que parece más bien familiar, Andrés empieza a atar cabos y para cuando da con la respuesta un viejo amigo de colegio ya ha abierto la puerta y lo ha visto: "Sabía que vendrías, es un gusto verte querido Andrés" le dice, le da la mano y luego de hacerlo pasar se dirige a todos sin darle tiempo a responder: "pasen a la sala por favor, en seguida empezamos". Andrés sabe que cayó en una trampa pero prefiere no creerlo, sabe que es el departamento de la hermana de su amigo y sabe lo que allí acostumbran hacer, ya lo llevaron una vez, sin embargo guarda una esperanza que se diluirá pronto, cuando su amigo empiece a hablar: "Sabemos que la situación está complicada para la construcción por eso queremos ofrecerles un trabajo independiente que puede dar grandes beneficios económicos y también para la salud", sí que sí, los profesionales presentes empiezan a pararse, de uno en uno, de a dos, se van, para el final de la "conferencia de negocios" hay una señora además de Andrés, él, guiado por un estúpido sentido del respeto, se ha perdido un buen partido de fútbol.

Esta historia incitó a un amigo a abrir el grupo de facebook "Yo también estoy cansado de los promotores de Herbalife", y a mí y a otro a apoyarlo; a los dos días había como 200 afiliados, hoy me llegó un mensaje titulado "la unión hace la fuerza", era para unirse al grupo "los que odiamos herbalife", grupo que cuenta con 1428 miembros. No me uní, yo no los odio, simplemente estoy cansado de ellos.