28.3.07

Rodrigo Rojas y su danza del deseo

Hace algunos días recibí un nuevo comentario en un viejo artículo que había escrito sobre mi amigo Rodrigo Rojas en el blog. Me lo escribía la reportera de una página web de cantautores en México: trovando.com. Ella lo había entrevistado antes del sábado 17 de marzo, día en que Rodrigo presentó el segundo disco de su historia: "La danza del deseo", en el teatro Lenin del D.F.
Rojas consideró incluso sus canciones que le parecían desechables y, junto al productor Juan Carlos Noroña, luego de haber escuchando casi un centenar de composiciones, eligió cuidadosamente las doce que cerrarían sus cinco años de inédito y armónico silencio.
Durante la grabación secó, refrescó y volvió a secar la garganta sin dar cuenta de las lunas y soles que pasaban, sin tiempo para recordar su primera época en los boliches del D.F., donde llegó a pasar hasta catorce turnos de canciones propias y ajenas en un fin de semana. Liberándose, evocó el sentimiento de la primera vez, y así perpetró su voz y su guitarra acompañadas del profesionalismo de sus músicos. Calibrados por el español Pepe Loeches (Ganador de varios Grammy´s como ingeniero de sonido), sus acordes recibieron el trato merecido.
"Cantá con el alma, como sueles hacerlo" le dije la mañana de ese sábado, y las ganas de haber estado allí se patentaron cuando me contó que su mujer fue capaz de cargarse su nerviosidad en la espalda, dejándole el alivio del que se deja llevar por sus propias canciones, su humor, sus ideas, su capacidad de conversar con el público. "Parecía haberme pasado una vida tocando con los músicos que me acompañaron. Las chicas lloraron con Tal vez, los bolivianos con Volver a La Paz..." me comentó entre otras cosas. Ya sé, ya sé, van a decir que es mi amigo y por eso tanta zalamería, yo sólo puedo decir: así es, y qué; pero les aconsejo que no se pierdan sus presentaciones cuando se de una vuelta por aquí en mayo, ofreciéndonos este señor trabajo.

14.3.07

Lectura en Caza Duende

Amigos bloggers: este jueves estaré leyendo y compartiendo algo de mi trabajo en el aniversario de la "Caza Duende", a las 9:30 p.m. El boliche queda entre Sagárnaga y Murillo, en la galería artesanal Chuquiago. Vayan pues... los esperaré con repertorio especialmente preparado, estaré vendiendo mi libro a 20 Bs.

6.3.07

Para ponerse melancólico

Para ponerse melancólico... ¿habrá mejor espacio que el primero que impone el domingo en la noche? En mi caso, no. Y dependiendo de la predisposición del espíritu, adentrarse en los recovecos de la memoria puede tornarse en un gran placer o en una tormentosa pena.
Ayer me tocó fumarme el aire del séptimo día junto con dos amigos que acompañan mis andanzas, con tropiezo y todo, desde pretéritos días en los que asistíamos puntualmente al colegio y éramos capaces de creer todas las bárbaras historias con moraleja que un cura o un profesor contara.
Lo peor no era la moralina, tampoco la enloquecida y alucinada manera en que solía enamorarme de una u otra chica. Lo peor era avergonzarse de los poemas y las sensaciones que me elevaban aún en la época universitaria y que todavía puedo seguir sintiendo, mas ya sin dispararme por los aires o ahogarme en cuentos de hadas.
De esos días quiero compartir algunos intentos de verso.

Propuesta

Si te animas a ser mi musa
ordeno tus pecas en constelaciones,
mido tus pestañas con los labios,
vuelvo melodía los sonidos de tu voz.

Pongo a tus caderas bachata y lluvia,
tono transparente a tu mirada,
hielo en gotera por mi espalda
si te animas a ser mi musa.

Si te animas a ser mi musa...
ya lo estoy viviendo:
aroma de jazmines en tu cuello,
rituales para el movimiento de tus cejas,
roce suave a tu sonrisa.

Senderos de mis dedos en tus manos,
estación prohibida tus pechos,
transporte a lo eterno tu pubis
si te atreves a ser mi musa.


Shoots

I
tengo la esperanza
de que me sorprendas con un beso
cuando pierda la esperanza

II
hoy, pero solamente hoy
te juro amor eterno