2.7.07

Nada, excepto tu ausencia

Nada, excepto tu ausencia, impide la noche. Y la noche va a llegar. Debiera ser suficiente contigo faltándole al espacio de mis ojos, debiera bastar con mi almohada pidiendo tu consejo, rogando tu calor a la hora de la siesta. ¿Dónde está la primera estrella para pedirle un deseo? ¿Dónde mis alas para migrar al extremo donde el sol se olvida del oeste? Me he jactado del silencio que escucho, de la palabra que invoco, de mi soledad. Y aquí estoy, entrampado entre ideas, libros y lápices que esta vez no narcotizan. El reflejo de la última claridad es tu ausencia impidiendo la noche que siempre quiere y consigue habitarme. Riéndose de mis jactancias, tu ausencia es una noción de lo imposible, y de todas formas estoy seguro de que puedo abrir el corazón.

7 comments:

Sakura said...

"... tu ausencia es una noción de lo imposible, y de todas formas estoy seguro de que puedo abrir el corazón."

Qué gran verdad, seguir abriendo el corazón y experimentar aún más con uno mismo... =)

Saludos!!!

Paola R. Senseve T. said...

Seguir abriendo el corazón...
Me hiciste pensar, me hicieron pensar.
No importa cuando te hagan (o te hagas) doler, volver a intentar..

Un beso cambita para el paceñito!

La Vero Vero said...

Pucha...en resumen -realmente- nada.

Vania B. said...

Esas ausencias duelen, pinchan en el corazón. Grave.

Un abrazo osesno querido. Inspiradoras letras, como siempre.

Edu said...

Ceci y Pao: yo creo que abrir el corazón tiene que ver necesariamente con el dolor, querer es doloroso.
Vero: sí pues, nada impide esa ausencia de la que he querido hablar. El mejor consuelo es la escritura en ocasiones como esa.
Gracias Vania, un abrazo bloggero.

nois de lean said...

la asusencia, la soledad... ninguna oportunidad mejor para ordenar las cosas (o la casa)

saludos

Ambarviolenta said...

La noche siempre llega. Con sus fantasmas, sus versos, las lágrimas de antes y las de hoy. Seimpre la noche. Y ahí llegan los recuerdos, las voces, la idea del beso todavía humedeciendo los labios. De pronto te das cuenta y la ausencia ya se convierte en persona, igual que la soledad...
Un abrazo.